Cuando todo va viento en popa no nos gusta pensar en la posibilidad de que algo malo ocurra. Incluso, cuando el emprendimiento está pasando por una mala racha decimos, “¿acaso algo más puede salir mal?” No estamos habituados a medir el riesgo y menos a prepararnos para los momentos difíciles. Toma el control de tus riesgos aprendiendo a gestionarlos.
La gestión de riesgos es toda una especialidad en materia de Gerencia, sin embargo vamos a abordarlos desde la perspectiva práctica de los emprendedores. Esto es lo que debes tomar en cuenta para que no te sorprenda un problema que pudiste haber previsto.
Gestión de riesgos
Es un proceso donde identificas, analizas y defines las respuestas a factores de riesgo de tu emprendimiento en general o de un proyecto. Por eso se llama gestión, porque se trata de cómo vas a actuar ante los riesgos.
Sistema de gestión de riesgos
Esta es una de las claves más importantes que no puedes olvidar. Para que la gestión de riesgos sea eficiente tienes que convertirla en un sistema. Sistema quiere decir que has establecido un procedimiento para identificar los riesgos, distribuir responsabilidades, definir medidas, medir resultados y mitigar efectos. Cuando no hay un sistema lo que ocurre es que todo se resuelve apresuradamente como si hubiera sido imposible prepararse para la eventualidad.
Respuestas a los riesgos
Hay tres maneras fundamentales de responder a los riesgos:
Prevención: Luego de identificada la amenaza se toman las medidas necesarias para evitar que ocurran.
Mitigación: Reducir el costo financiero que puede tener una eventualidad definida. El costo se puede reducir al minimizar la probabilidad de ocurrencia u optimizando los recursos que usarás para atender el evento.
Aceptación: Aceptar las consecuencias del riesgo. Esto no significa cerrar los ojos y aguantar el golpe, significa que el costo está calculado y has guardado los recursos que necesitarás en caso de que el evento riesgoso ocurra.
Tipos de riesgo
Hay dos categorías imprescindibles para analizar los riesgos: riesgos impredecibles y riesgos predecibles. Entre los impredecibles están los desastres naturales, vandalismo y asuntos legales o regulatorios inesperados. Entre los predecibles hay muchos más: inflación, fluctuación de la divisa, cambios tecnológicos, riesgos sociales, riesgos del mercado, demandas, asuntos laborales, entre otros.
Como ya dijimos, la gestión de riesgo es toda una especialidad pero queremos que sea un asunto que pongas sobre la mesa de tu emprendimiento. Para que comiences a familiarizarte con el tema y no seas tomado por sorpresa, te proponemos el siguiente ejercicio:
1. Identifica los riesgos
Júntate con tu equipo y evalúen el proyecto que están ejecutando. Por ejemplo: Abrir una nueva ruta de distribución cuyo costo inicial es de 35,000 dólares. Tú sabes que hay riesgos implícitos porque tendrás transporte y mercancía circulando. Junto a tu equipo identifiquen todas las posibilidades de que este proyecto salga mal y se pierda la inversión.
2. Evalúa los riesgos
En la lista de riesgos identificados están los que estás dispuesto a asumir y los que no. Por ejemplo, no estás dispuesto a asumir el riesgo de pagar multas por que los conductores no tengan sus papeles en regla. Aunque sí estás dispuesto a asumir el riesgo de que piratas de carretera asalten el transporte y roben la mercancía.
3. Desarrolla las respuestas frente al riesgo
Cada riesgo evaluado va a generar una serie de acciones y de responsables de esas acciones. Decidirás prevenir el riesgo, por ejemplo, asegurándote de que todos los conductores tengan la documentación al día, y en otros casos harás el cálculo financiero para responder si algún evento riesgoso se presenta. Por ejemplo, almacenando un stock adicional de mercancía para responder oportunamente a tu cliente en caso de robo.
Los riesgos siempre serán invitados de primera fila de tu emprendimiento, pero tu proactividad y gestión oportuna harán que su incidencia sea previsible, calculada y atendida con éxito.