Hacer un presupuesto puede ser un dolor de cabeza, especialmente si no te gustan los números. Sin embargo, coincidirás con nosotros en que si estás dispuesto a emprender tienes que tragar grueso y hacerte responsable. Y es que un presupuesto se come como se come un elefante, un mordisco a la vez. No persigas el ideal de enamorarte súbitamente de las matemáticas ni de convertirte en un pro de las cuentas. ¿Cómo se hace un presupuesto?
¿Qué es un presupuesto?
Es un plan. Así de sencillo. No es una barrera de contención para los gastos ni es una manera de fabricar dinero. Es un plan. Y será tan útil y bueno como tú decidas que sea. Si tienes que justificarlo en pocas palabras, dilo así: un presupuesto es el plan de lo que entra y de lo que sale.
Para que un presupuesto tenga éxito debes seguir dos normas fundamentales. Primero, sé consistente. Verás los beneficios del presupuesto en tus finanzas si lo haces mes a mes. Segundo, sé responsable. Si eres preciso y consistente con tu presupuesto pero te das “gusticos” fuera del plan cada semana, no verás los resultados. Ahora sí, comámonos el elefante.
Cinco pasos para hacer tu presupuesto
Paso 1. Haz una lista de tus ingresos. Ingreso es cada centavo que planeas tener durante el próximo mes. Todo lo que planeas ganarte entra en este primer paso. ¿Traduces documentos en tu tiempo libre o haces Rappi para irte de vacaciones a la Riviera Maya en diciembre? Todo eso califica como Ingreso.
Si tienes ingresos variables, revisa tus entradas de los últimos seis meses y escoge el mes de menor ingreso como referencia base para hacer tu presupuesto. Si la situación mejora, tendrás margen para hacer ajustes. ¿Estamos de acuerdo que es mejor hacer ajustes con lo que tienes que con lo que te falta?
Paso 2. Haz una lista de tus gastos. Ahora que ya sabes cuánto entra, es momento de saber cuánto sale. Una sugerencia para gente pro: aparta el 10% de tu ingreso para darlo a otros. La generosidad siempre te pondrá en una mejor posición para prosperar.
Con el 90% que tienes, enlista los gastos de cuatro grandes áreas: Vivienda, servicios, comida y transporte. Los montos de estas cuatro áreas deberían ser fijos cada mes. En el caso de aquellos donde los montos son variables como la electricidad, fíjales un tope. Así mismo con lo comida y la gasolina.
Paso 3. Réstale los gastos a tus ingresos. ¡Es momento de sacar la calculadora! Aquí pueden pasar tres cosas. La primera es que luego de hacer la resta todavía tengas dinero disponible. Antes de celebrar, pregúntate, ¿eso es real? ¿Está ocurriendo así? En caso de que la respuesta sea No, revisa de nuevo las cuentas. Si la respuesta es Sí, ¿qué estás haciendo con ese dinero?
La segunda opción es que el resultado sea cero. A esto se le llama presupuesto-base-cero. Un presupuesto-base-cero significa que le diste un destino a cada centavo: Generosidad, ahorros, pago de deudas y gastos.
Y la tercera opción es que el resultado sea negativo. O sea, estás gastando más de lo que estás recibiendo. En este caso la pregunta es: ¿de dónde está saliendo ese faltante? ¿Te estás endeudando sistemáticamente? En este artículo no vamos a profundizar sobre este tema pero ya puede ser un gran paso que tengas a la vista la cantidad que estás sumándole a tu deuda cada mes. Solo hay dos maneras de resolver esto: aumentando tus ingresos o reduciendo los gastos. Y como es mejor que comiences con lo que tienes, regresa a tu lista de gastos y decide dónde vas a recortar.
Paso 4. Hazle seguimiento a los gastos. Tu mayor problema no es el dinero que entra sino el que sale. Por alguna razón que desconocemos, somos mejores llevando la cuenta de lo que entra en vez de lo que sale, pero el agujero está en la salida. Así que para ayudarte con esto te recomendamos que durante un mes entero tomes nota —y guardes los recibos—de cada gasto que hagas. Y hacemos énfasis en esto: de cada gasto. A final de mes, reúne todos los recibos, haz la suma y regresa a tu lista de gastos (Paso 2) a ver si los números coinciden. Esta puede ser una sesión de trabajo un poco dolorosa pero piensa que es como una vacuna: duele pero es necesaria.
Paso 5. Haz un nuevo presupuesto antes de que comience el próximo mes. Con los cuatro pasos anteriores has reunido mucha información valiosa. Ahora, con todo lo que sabes haz los ajustes necesarios y detalla un nuevo presupuesto. Toma en cuenta el orden que propusimos en el paso tres:
a) Sé generoso.
b) Ahorra.
c) Paga deudas.
d) Vive con el resto.
Hacer un presupuesto mensual tiene muchos beneficios, entre ellos contribuye con tu paz mental y te permite mirar con claridad hacia el futuro. Un emprendedor es en esencia un líder que resuelve problemas, ¿por qué razón dejaría por fuera el tema financiero?